Cuanto mas dinero, menos ética
Cuanto más dinero se tiene, más posibilidades existen de cometer comportamientos poco éticos. Decimos que 'el dinero no hace la felicidad, pero ayuda a conseguirla'. Se mezclan en nuestras cabezas múltiples ideas que dejan entrever sueños e ilusiones aún no cumplidas. No resulta fácil situarse ante el dinero porque, si bien no hace la felicidad, su total ausencia dificulta en demasía el desarrollo normal de la vida. Abraham Maslow dijo que para alcanzar la felicidad, la plena realización personal, es preciso ir satisfaciendo una serie de necesidades que van escalonadas desde lo fisiológico hasta lo espiritual, pasando por lo afectivo y la propia seguridad. Sabemos, por propia experiencia, lo difícil, por no decir imposible, que resulta estudiar o trabajar cuando se tiene hambre o sueño o frío o una enfermedad. En todas esas situaciones es imprescindible el dinero; no como algo lujurioso de lo que vanagloriarse ante los demás, sino como medio para poder solventar las necesidade...